martes, 13 de junio de 2017

Por qué me ausenté, "La Situación en Venezuela" y otros cuentos

Hola querido diario! tiempo sin escribir en tus páginas.

Quiero comentarte que luego de un largo período de ausencia, donde me pasaron todo tipo de cosas, quiero decirte que me siento más motivada que nunca de volver a dibujar y escribir. Porque estando distante del arte, fue la única manera de reafirmar mi pasión.

No estuve ni un sólo día sin pensar en lo mucho que extrañaba crear, sin embargo caí en un estado... no sé si llamarlo depresión, no sé si estoy siendo exagerada, pero estaba en una negación permanente.
Me inventaba excusas para no hacerlo. Dirás que no tiene sentido, ya que es lo que más amo hacer... pero llegué a pensar que lo que estaba haciendo era ofensivo para mi familia cuando estamos atravesando situaciones difíciles por la enfermedad de mi papá.

A todas estas, quiero notificarte felizmente, que mi papá se encuentra mejor.  Su condición no tiene cura hasta ahora, pero se puede sobrellevar con dieta y medicamentos; y gracias a Dios se ha estado controlando bien la alimentación y no le han faltado sus medicinas, ya que toda mi familia está pendiente de buscarle el laxante especial que necesita (Lactulosa) para su cuidado del hígado y además aquí, desde Chile, mi esposo y yo procuramos enviarle su medicina cada mes.

Mi papá llegó a estar muy decaído y no podía evitar entristecerme. A veces estaba relativamente bien y otras, super mal. Su estado iba y venía y no se sabía cuándo iba a estar mal, aparte de eso, esta frase: "La situación en Venezuela"... mis padres, y el resto de mi familia que están allá, pasándola mal, estirando el dinero, sin conseguir con normalidad muchas medicinas y alimentos, y donde todo está exageradamente caro. Que si se dañó el carro y el repuesto cuesta "un rialero" como decimos los venezolanos, que si se le rompieron los zapatos del trabajo a mi mamá, y los zapatos más baratos cuestan una barbaridad, que si compraron 4 cosas en el supermercado y se gastaron la mitad del sueldo con eso prácticamente..., que si la computadora se le dañó el teclado, la nevera, esto, lo otro... AH!! ... y más allá de todo eso: la delincuencia peor que nunca, ya no se puede estar en la calle luego de las 5 de la tarde porque está sólo y cualquier malandro te puede robar el teléfono, someterte, amenazarte,... etc.

Y yo sin poder ir a ver a mis padres y ellos sin poder viajar ya que nadie tiene pasaporte, debido a que los planetas se alinearon y hace un par de años mi pasaporte se me mojó por accidente y tuve que mandar a anularlo ya que no podría viajar así, de esa manera he estado esperando mi cita, una vez me la perdí porque no supe en qué momento me llegó al correo, no me notificó.. y mis padres no tienen pasaporte porque nunca lo sacaron y ahora en Venezuela es casi imposible sacar el pasaporte... AH!!x2 ... ya se lo podrán imaginar entonces.
Y sin embargo eso no fue todo.

Ingresé a trabajar en un lugar en el cual, se podía decir que me sentía cómoda ya que era un trabajo super fácil, sin embargo no me gustaba porque nunca sentí que encajara con mis compañeras de trabajo, entonces a pesar de que me llevaba bien con otras personas, el trabajo se me hacía difícil porque era complicado interactuar con gente que no desea tratarte, ni siquiera para asuntos laborales. Ah, por cierto, no era un trabajo relacionado con arte, ni con mi carrera. Estuve tres meses trabajando de esa manera hasta que finalmente, mi período allí terminó y me quedé en el aire. Ya venía de saber lo que es quedar sin empleo. Luego de tener la sensación de satisfacción de poder comprar tus propias cosas, aportar en casa, hacer tus planificaciones... y de repente volver a no tenerlo, fue un golpe horrible para mí.

Luego de eso, sentir que no me quieren como empleada, sentir que no soy suficiente para ellos... en fin sentir que soy prácticamente igual a un papel que arrugas y arrojas en la papelera. Me derrumbé. Continuaba sin escribir, sin dibujar... en todo ese tiempo no miré el facebook ni por casualidad. Me aterraba enfrentarme con la idea de personas preguntando por mí, la verdad nunca esperé tanto de los demás, pero no estaba preparada para enfrentarme con ese tiempo que dejé pasar por todas mis inseguridades. Dentro de mí sabía que estaba mal lo que hacía, pero tenía miedo. Un miedo injustificado, pero un miedo al fin y al cabo.

Estaba sola, sintiéndome sola, sintiendo que no era capaz ni siquiera de hacer las cosas que me hacen feliz, sin razón, buscando empleo como loca y por alguna extraña razón sin conseguir entrevistas. Nuevamente, no buscaba trabajos relacionados al arte. Parece que yo misma me negaba la oportunidad de cumplir mis metas, trabajar de lo que mejor sé hacer. Vivir de lo que amo hacer, nunca se me ocurrió como una alternativa.

Siempre acepté esas palabras tenebrosas de terceros diciendo que "tal vez no es para ti", "a ellos les va bien porque sus padres los mantienen", "tienes que ser demasiado buena como para lograrlo", "no es algo de lo que puedas vivir".

Yo sé que dentro de mi corazón algunas de esas frases, tristemente calaron... Pero, (y de aquí en adelante esta página ya no seguirá ese rumbo lúgubre anterior) ahora, luego de saber lo que es vivir sin luchar por mis propósitos, me doy cuenta de que lo que me pasó es simplemente la vida.
Así es, la vida me pasó.

Entendí que es normal pasar por momentos difíciles, no quiere decir que soy la persona favorita de la mala suerte o nada que ver, al contrario. Aprendí a agradecer, aprendí a que no sólo debo agradecer cuando me siento feliz, sino que también cuando me siento peor, porque de esa manera es como puedo levantarme, sonriendo. Porque realmente toda esta situación, que me hizo sentir muy mal durante varios meses, me hizo aprender. Y quiero afirmar que ahora soy una persona más fuerte, ya que si bien, no será la última vez que suceda algo desafortunado, ya pasé por esto. Ahora sé que no debo sucumbir a la tristeza, ya que la tristeza atrae más tristeza. Y no es malo sentirse triste, pero uno debe saber hasta cuando sentirse triste y cuando es el momento de continuar, porque la vida no se detiene mientras lloras o te enojas y cruzas tus brazos... y sólo nosotros podemos ayudarnos a nosotros mismos.

Yo sé que es más fácil decirlo que hacerlo, siempre es más fácil decirlo que hacerlo, pero es muy distinto tener el conocimiento a no tenerlo; sabiendo la teoría, se puede aplicar mejor la práctica... y va a costar, porque no fue sencillo volver a abrir mi Facebook y empezar a publicar de nuevo, como si nada, sintiéndome avergonzada, sin saber cómo hacerlo, porque hasta se me olvidó como hacerlo. Pero era una cortina de humo, sólo tuve que buscar nuevamente el conocimiento que ya estaba en mi interior, y combatir esas inseguridades, porque es cierto lo que dicen con respecto a que "No hay peor enemigo que uno mismo". A veces no hay peor sabotaje que el que me hago yo. Mis inseguridades, mis miedos,... desearía que no estuvieran! Pero como existen y forman parte de la vida humana normal, tengo que aprender a esquivarlos, negociar con ellos, o sencillamente darles una patada voladora porque no los deseo en mi vida.

Hoy en día me siento tranquila. Siento que tengo la oportunidad de meditar muchas cosas más y que no quiero dejar de aprender sobre todo lo que me ayude a sentirme mejor y poder compartirlo, ya que es increíble la forma en la que me nutre poder esparcir estas anécdotas; me hace sentir que contribuyo un poco con el mundo y ojalá pudiera hacer más, espero que sí. Dicen que los decretos y las afirmaciones son importantes así que... Yo decreto que así será. Gracias por leerme, nos vemos en la próxima entrada.

AIANA