Ya ha pasado más de un mes desde que inicié este proceso de cambio hacia una alimentación saludable de manera totalmente voluntaria, el día de hoy llevo exactamente 34 días, así que, a juzgar por cómo me he sentido, ya puedo decir que mi organismo se acostumbró a consumir una menor cantidad de comida y otras cosas que les mencionaré con detalle a continuación:
Siento que ya no me da hambre con esa ansiedad antes de las horas de cada comida, y si ciertamente siento hambre, es algo mínimo comparado a los ataques anteriores. Siento que mi cuerpo se está acostumbrando a que no necesita tanto volumen de alimento para sentirse satisfecho. Mi organismo, (hablo de él como si fuera un ente ajeno a mí y me da mucha risa) ya está asimilando que yo decido si ingresarle comida a mi estómago o no, y no como antes que era él quien dictaba las órdenes, ahora sólo tiene que adaptarse a lo que yo mande.
Empiezo a sentir que tengo el control de mí misma poco a poco.
Otra buena nueva, es que ha sido muy sencillo lidiar con la publicidad de comida chatarra que está específicamente en... ¡todas partes! Al igual que los olores cuando paso cerca de un restaurante de comida rápida. El deseo de comer papas fritas está, pero se me está haciendo mucho más fácil que antes decir el nombrado ¡NO! ¡Al principio era un asunto que requería mucho coraje! Pero ahora, ahora es sólo un: No.
Sin embargo, en este recorrido me empiezo a dar cuenta lo difícil que está resultando, no el tema de decir "no", sino que en efecto poder comer algo saludable en un entorno donde a veces no existe esta alternativa.
Por ejemplo, voy a contar mi caso personal, además de informarles algo muy genial que no he tenido el placer de comentarles: Empecé un nuevo trabajo y es muy especial, me encanta porque estoy trabajando con mis amigos en la organización de eventos que tienen que ver con el arte y las culturas urbanas. El día de ayer (Sábado 17/12/2016) fue mi debut como parte del equipo de producción y, la verdad que me fue maravilloso ya que finalmente puedo ejercer mi carrera en el área de organización de eventos y relaciones públicas, y el tema alimenticio fue para mi un gran STOP que le tuve que dar a mi viaje a una vida saludable.
Es como si necesariamente haya tenido que desviarme del camino para parar por gasolina.
Mis amigos saben que me estoy cuidando mucho el peso y la alimentación, ya que les he mencionado un poco de este proceso por el que estoy pasando, pero por un tema de no ser "rompegrupo" muchas veces no deseo decir que "no" a muchos de los ofrecimientos que me hacen. Además, como son tan amorosos mis amigos, si no hubiera sido por ellos habría muerto de hambre, ya que mi error fue no haber planificado un almuerzo desde la noche anterior, sin embargo, por no tener experiencia, tampoco me planifiqué mejor y me organicé con el tema de la comida.
Es importante, para vivir este proceso de forma plena, ubicarse en el espacio donde uno se encuentra y con quiénes uno comparte en ese momento. Hay personas que terminantemente tienen prohibido un tipo de consumibles como las chucherías y los chocolates, pues sufren una enfermedad que les exige ser estrictos, pero en mi caso, no por aceptar un trozo de golosina, unas papitas y una empanada, me iba a tirar por el abismo de mi alimentación saludable.
No todo en la vida debe ser "dieta" para las personas que estamos viviendo este proceso. Somos personas que compartimos, que convivimos con otros seres queridos y que tenemos derecho a darnos nuestros gustos de vez en cuando, total lo importante de todo esto es mantener la mentalidad enfocada en que lo más importante es que en el día a día, integremos nutrientes a nuestro organismo, porque le damos prioridad a nuestra salud, a mantenernos activos y así en un futuro poder seguir haciéndonos cargo de nuestra familia, nuestras decisiones y en general, de nuestra vida.
Continúa este viaje conmigo leyendo las páginas de mi Diario de viaje a una vida saludable, ojalá te animes tú también a cambiar tus hábitos, hacerte un chequeo médico y compartir con otros esta forma de pensar ya que todos merecemos una vida más saludable y plena.
AIANA
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